Esculturas. Arte en Los Caobos
Desde que el recorrido inicia, se pueden apreciar diferentes obras esculturales, todas dignas de atención y admiración, cada una con su respectiva reseña para deleitar a los visitantes del parque y hacer mas rica su experiencia cultural .
Durante los años noventa (específicamente 1998) se realizó en el parque un proyecto denominado "Museo Ambiental Parque los Caobos", donde se inauguró el sector norte (zona que colinda con colegio de ingenieros) que contempló la inclusión de proyectos escultóricos de una serie de artistas contemporáneos sumándose a algunas obras que ya se encontraban en el paisaje, permitiendo el enriquecimiento de todo el lugar.
Entre estas podemos encontrar las esculturas:
Teresa de la Parra
Es la primera obra del recorrido, se encuentra justo en la entrada del parque. Es una figura de Mármol tallado con dimensiones de 3,40 m. 1,10 m x 3,40 m de la autoría de Carmen Cecilia Caballero Blanch que representa a la reconocida escritora venezolana Teresa de La Parra, autoras de novelas como Ifigenia y Memorias de mamá Blanca, las cuales traspasaron las fronteras siendo ampliamente difundidas en países de América y Europa.
Fuente "La Monumental Venezuela"
El Ministerio de Obras Públicas por motivo de la convención de urbanismo, convocó a un concurso para la creación de una fuente luminosa para cambiar la imagen de la recién construida Plaza Venezuela el cual ganó el escultor catalán Ernesto Maragall, la elaboración de este conjunto escultórico le tomó 15 meses y fue inaugurada en 1953.
En 1962, la dirección de transporte decide trasladar la obra al Parque Los Caobos, por la construcción de un nuevo viaducto que iba a pasar por debajo de la fuente, es así como el 12 de diciembre del mismo año, fue inaugurada La Plazoleta Mosquera para albergar la fuente, pero no es hasta el 12 de octubre de 1967 que esta llegó a su destino actual.
La fuente tiene una circunferencia de 100 metros elaborada con piezas prefabricadas en mortero con una longitud de 1,60 m. de ancho y una altura de 0,60 m.
Las figuras de la fuente fueron talladas en piedra artificial, ubicándose en un anillo de 32 metros de diámetro cuya pared posterior está ornamentada con pequeñas secciones curvilíneas. El diseño hidráulico de funcionamiento de la fuente se conformo por 22 puntos de salida de agua, que dibujan una figura de flor que alcanza 16 metros de altura.
La Fuente Venezuela (como también es llamada), forma parte del patrimonio de la ciudad de Caracas contiene un alto valor cultural, artístico, arquitectónico y paisajista.
La fuente está conformada por cinco esculturas humanas representando cada una las regiones del país. Cada estatua tiene una altura de 1,80 metros por tres metros de base.
El Warairarepano: Representado por una mujer con suave dulzura y majestad que simboliza a la matrona capitalina. Con su mano izquierda acaricia un tucán y con la derecha sostiene una rama vegetal que simboliza la fertilidad del valle de Caracas. Fue la primera de las esculturas terminadas por el escultor.
El Caribe: Con forma de mujer (margariteña), sostiene entre sus manos la crineja que a su vez descansa sobre su espalda, haciendo la forma de la espuma que que rebosa sobre la onda de la ola antes de llegar a la costa. En su lado derecho bajo su pierna levantada, hay un sentido de retorno de agua hacia el mar. La figura representa al mar caribe y su cuerpo a los movimientos del mismo.
Los Andes: Representada por una figura masculina, resalta la serenidad y la tranquilidad de las montañas en el poder calmado de la cordillera. Su mirada parece observar el curso de la vida.
El Orinoco: Representada por una figura femenina como la diosa madre de los ríos. Su brazo izquierdo se levanta para tocar con su mano el cabello que hace la forma de borbones de agua, símbolo de las vertientes y raudales que corren a formar delta y dar su torrente al mar simbolizado en el movimiento de los pies.

Lo Llanos: Simbolizado por una figura masculina. En la mano derecha sostiene un cuerno de toro para defenderse de los peligros y en su mano izquierda sostiene una soga que utiliza para amarrar el ganado.
Ícaro
La pieza del escultor venezolano Felipe Herrera hecho con metal y concreto (técnica mixta) representa un Ícaro (hombre alado) de 2,63 metros de altura y contiene escrito el mensaje:
"Un hombre no es un pájaro y debe soportar la ruindad de estar unido a la tierra como los ángeles al cielo"
- Wilfredo Machado.
En la mitología griega Ícaro es el hijo del mejor arquitecto de Creta, Dédalo.
La historia relata que el rey Minos le ordenó a Dédalo construir un laberinto del que fuera imposible escapar, para encerrar al minotauro, y ordenó que sólo aquel que lograra entrar al laberinto, matar al monstruo y salir con vida podría desposar su hija, esto a sabiendas de que era una acción según creía imposible.
La princesa enamorada de Teseo, le ayudó a salir del laberinto cuando este se dispuso a derrotar al minotauro, tomando un hilo rojo cuyo otro extremo estaría atado a su amado, de esta forma, al terminar su hazaña solo debía seguir el hilo de vuelta a la libertad. Minos de la mala gana concedió la mano de su hija, pero en castigo a Dédalo por haber fallado en sus especificaciones en la construcción del laberinto, lo encerró en el mismo complejo para que no pudiera volver a crear nada, y a su hijo Ícaro junto con el para que no pudiera tener descendencia.
Dédalo, siendo un diestro inventor y artesano, reunió todas las plumas de las aves que pasaban sobre el complejo y creó dos pares de alas uniendo las plumas con cera de vela. Antes de escapar volando, le advirtió a su hijo no volar muy bajo pues el rocío del mar podría mojar sus alas y hacerlo caer, ni muy alto pues el calor del sol derretiría la cera de vela que unía las alas y de igual manera caer y morir.
Ambos emprendieron su vuelo, más a medida de se alejaban del laberinto, ebrio de libertad, Ícaro dejó de seguir las indicaciones de su padre y sintiéndose un ave, voló muy alto queriendo tocar el sol. Dédalo advirtiendo el resultado e intentó llegar a su hijo y detenerlo, pero para cuando lo logró ya era tarde, su cuerpo yacía sin vida sobre el mar con varias plumas flotando a su alrededor. Dédalo con mucho dolor tomo a su hijo y lo enterró en una isla cercana (hoy en día Icaria).
La escultura figura un hombre alado con rostros expresivo que denota depresión, el cuerpo y una de las alas un poco demacrada y a pesar de estar sobre una tarima, mantiene su tobillo anclado a la tierra con una cadena de metal. Refleja la incapacidad del hombre para volar como pájaro y nos recuerda la condición humana que en ocasiones pretende ir mas allá.
Elefante Africano Dorado
Esta fue una donación de la empresa italiana Trend Group, una de las industrias de arquitectura mas importantes del mundo. La imponente estructura fue fabricada en metal combinado con fibra y resina, recubierta con mosaico de vidrio color dorado que brilla intensamente con la luz de sol y mide 3,40 metros de alto y 2,60 de ancho.
Se trata de un vistoso paquidermo de tamaño real, tiene la cola alzada y las orejas desplegadas al viento. Simboliza la perseverancia, paz, longevidad, persistencia, fecundidad y prosperidad.
Fue inaugurado en el año 2014, está ubicado cerca de la entrada que da al museo de Bellas Artes sobre un gran espejo de agua, y tiene una de sus patas delanteras sobre un grupo de rocas.
Efebo de Marathon
Ubicado en el centro de un espejo de agua, justo en la entrad del parque, se encuentra una réplica realizada en bronce de la clásica y afamada obra "Efebo de Marathon" del siglo IV A.C (fue hallado en el en el mar Egeo en 1925 y se encuentra actualmente el Museo Nacional de Atenas). Fue donada por el Gobierno de la República de Grecia al Gobierno Municipal de Caracas, el 15 de marzo de 1988.
Su estilo y formas corresponden con el periodo clásico de la estatuaría griega, etapa en la cual se logra el naturalismo idealizado, la armonía y el equilibrio.
Es una obra de Gaudi realizada en madera de semán y metal de dimensiones 3,00 cm x 2,80 cm x 1,50 cm.
La Otra Mejilla ó Pensador
Se trata de un cráneo trabajado en bronce fundido sobre un pedestal rectangular de concreto en el medio de un espejo de agua de 120 metros cuadrados elaborada por el escultor venezolano James Mathisson.
La obra representa una cabeza humana en posición acostada, la cual se encuentra hueca, y tiene expresión de preocupación presentando muchas grietas craqueladuras.
Su auto se inspiró en las emociones profundas como homenaje a un fragmento de la poesía "El Hidalgo" de José Antonio Ramos Sucre:
"Yo padezco sumergido en la sombra, la ceguedad de una estatua de mármol y su tristeza inmortal".
Trompetillas para sordos
Es una obra del escultor Marcos Salazar (dimensiones: 3,49 cm x 1,53 cm x 1,90 cm). Se trata de una oreja unida a una trompetilla elaborada en bronce, se encuentra apoyada horizontalmente sobre la tierra. La pieza se vuelve estrecha hacia el centro y vuelve a abrirse en el polo opuesto.
El autor dentro de una amplia investigación en lo pictórico, así como en la escultura, decodifica la vivencia electroacustica del cuerpo, mediante diferentes lenguajes, para dar sentido al llamado de que lo sagrado ejerce desde el campo de lo invisible.
Es una obra de Sydia Reyes (dimensiones: 5,00 metros x 2,00 cm x 2,05 cm). Se trata de una figura abstracta hecha de metal conformada por dos partes simétricas. Está representada por elementos en forma de paralelepípedos esbeltos dispuestos transversalmente y paralelos entre sí y todo el borde se constituye por una ancha banda metálica que dobla en angulo recto para hacer el borde por la cara superior de la estructura.
Según el artista, la pieza simula una alcantarilla desproporcionada. Un dato es que ella utiliza todo aquello que pisamos al caminar, tocamos y miramos todos los días sin reparar en detalles (hierro, concreto armado, oxido o bloques), los desarrolla, estudia y domina, sin quitarle su identidad, la artista logra un discurso de denuncia.
Es una estructura metálica (dimensiones: 3,00 metros x 5,00 metro x 0,50 metros) que representa un avión apoyado sobre una base de concreto y metal. El autor, Julio Pacheco Rivas, se inspiró en el poema de Armando Contreras "De un cielo que me inventaron".
"Hemos sido mares
para peces encantados
casi inventos de sirena
a veces cielo de un ángel en tránsito
pero en esta terrana
donde te haces pájaro
todos somos árbol"
Encuentro Apasionado y Patético entre Teresa Carreño y Ludwin Van Beethoven y Como Testigo el Ávila
También conocida como El Piano, del autor José Campos Biscardi. se trata de una figura metálica abstracta de dimensiones 1,80 m. x 2,30 m. x 2,50m. Se observa la forma de piano en una de las caras, mas al rodear la estructura, se revelan varias tablas de mármol y metal con diferentes siluetas que parecen representar el desorden y la pasión de la música en sí.
Todo esto convierte al Parque Los Caobos en un epicentro cultural de innovación escultural, no solo sus obras son diferentes, artística y emocionalmente complejas, si no que al estar al aire libre, crean un ambiente de museo ambiental y consigue en sus visitantes la sensación de encontrarse en lugar único y diferente, construyendo cultura, amor al arte y mejores ciudadanos con conciencia y respeto a las mismas.
19/07/2019